La autoestima es esencial para sobrevivir psicológicamente. De la autoestima depende nuestra satisfacción por muchas necesidades básicas.
Uno de los factores principales que nos diferencian de los demás animales es la consciencia de nosotros mismos, es decir, la capacidad de establecer una identidad propia y darle un valor.
Cuando se rechazan partes de uno mismo, se dañan estructuras psicológicas que nos ayudan a vivir la vida de manera plena, generando una baja autoestima.
Para evitar el juicio a uno mismo y el autorechazo, lo que hacemos es levantar barreras defensivas. Éstas pueden ser inculparse o encolerizarse, volverse un gran perfeccionista, poner excusas o en ocasiones recurrir al alcohol o las drogas.
Causas y efectos de la autoestima
Numerosas investigaciones nos informan de que el estilo de crianza de los padres durante los tres o cuatro primeros años de vida determina la cantidad de autoestima inicial del niño. Otro factor importante son las circunstancias externas de la vida, es decir, aquello que me ocurre o aquello de lo que dispongo. Existe otro ingrediente que determina la autoestima todo el tiempo: tus ideas. El pensamiento azota la autoestima. Si nos levantamos, nos miramos al espejo y pensamos: “qué gorda estoy”, “qué feo soy”, tendremos una imagen de nosotros mismos y una manera de afrontar el día. Si nos levantamos y pensamos: “qué guapo estoy”, “qué bien me queda esta camiseta”, el escenario será otro. El espejo no ha cambiado, han sido tus pensamientos y ellos determinarán tu autoestima.
Reestructurar mentalmente mi autoestima
Tres técnicas mentales básicas para desarmar a la crítica patológica:
1. Saber el propósito de mi crítica: encontrar sus motivos de existir. ¿Qué busca? Cuando sepas su función, la crítica se hará menos creíble.
2. Responderle: aprender a rechazar la vieja programación negativa a través de técnicas que sirvan de cañón psicológico:
- Tus pensamientos no son siempre ciertos, busca pruebas
- Háblate en términos positivos
- Trabaja la visión de ti mismo, lo que eres y lo que puedes llegar a ser
- Corre riesgos y aprende de tus fracasos
- No busques la aprobación, apruébate tú mismo
- Plantéate objetivos que puedas alcanzar
- Atribuye a tu esfuerzo aquello que logras (no a la suerte)
- Trabaja en la memoria de éxitos (no sólo en la de fracasos)
3. Autoaceptación: Toma una actitud de no valoración hacia ti mismo, acéptate tal y como eres. No dejes que la afirmación de tu valía dependa de tus logros. Tu valor es ciertamente tu conciencia, tu capacidad de percibir y experimentar, tu capacidad de sobrevivir. Tu rendimiento no tiene nada que ver con esto.
Desarmar la crítica es una tarea dura pero posible. Se trata de uno de los objetivos más comunes en psicoterapia, y su trabajo se lleva a cabo a través de múltiples técnicas terapéuticas que van más allá de los simples consejos que aquí leéis. Si quiero aumentar mi autoestima he de saber cómo funciona, pero conocer su función no cambia las cosas, hay que satisfacer esas necesidades que busca la crítica de una forma nueva y más adaptada.
La mayoría de miedos de ser rechazado descansan en el deseo de ser aprobados por otras personas. No bases tu autoestima en sus opiniones-Harvey Mackay.
También podría interesarte:
Psicóloga col. 21339
CAPIA – Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult
C/ Calle Caballero, 71, Local 1, 08014 Barcelona
info@psicologiacapia.com
Deja tu comentario