Todo ser humano, en algún momento de su vida, busca la respuesta a cómo gestionar las emociones en momentos difíciles. ¿Cómo es posible que haya una persona capaz de hablar en público como si no tuviera a nadie delante, mientras otra persona se vea totalmente incapaz de mediar palabra? ¿Por qué en un conflicto de pareja una persona es capaz de mantener la calma, mientras otra persona sucumbe a la ira y la frustración? ¿Por qué ante un error hay quien se machaca y siente culpable, mientras otro no se para a pensar en lo que ha hecho mal?
¿Cómo puedo controlar mis emociones?
Las investigaciones científicas sobre el cerebro humano concluyen que la forma en la que interpretas lo que ocurre determina la vivencia y emociones que tienes en ese momento. Por lo tanto, la forma en la que reaccionas ante una emoción tuya, condicionará cómo esta emoción se expresa y vive en ti. Por lo tanto, a la pregunta cómo gestionar las emociones, la respuesta sería “pensando diferente sobre ellas y sobre la situación”.
- La persona que sufre ante la idea de hablar en público siente ansiedad porque interpreta que sus nervios son algo negativo, y que por lo tanto no es capaz de hablar.
- Quien sucumbe ante la ira y frustración en una discusión es porque interpreta que no puede argumentarse bien en su batalla lingüística y sus nervios no le dejan pensar.
- El que se machaca por un error, está sintiendo culpa porque interpreta que no debería haber hecho las cosas mal, y que las consecuencias pueden ser terribles.
Algunas estrategias para saber cómo gestionar tus emociones
- Encuentra el motivo por el que te sientes así: Sé honesto contigo y entiende las razones de lo que te ocurre. Sea lo que sea, es válido y entendible. Las emociones siempre tienen un sentido y siempre intentan ayudarnos a cambiar, si sabemos leer lo que nos dicen.
- Habla mirándote al espejo unos segundos: Para saber cómo gestionar las emociones en momentos de mucha tensión, busca un espejo y mírate. Háblate con firmeza, sin juicios de valor y reproches. Date comprensión y crea un plan de acción.
- Haz unos minutos de respiración profunda: Respirar de manera profunda ayuda a oxigenar nuestra sangre y hacernos encontrar el equilibrio físico y mental. Haz respiraciones de 3 segundos de inspiración y 6 de expiración, con 1 segundo en medio reteniendo el aire. Procura llevar el aire a la parte baja de los pulmones.
- Escribe en una libreta sobre lo que sientes y piensas: Escribir te ayudará a externalizar y hacer más objetivo todo lo que te ocurre. Ello te ayudará a ponerle pausa a los pensamientos acelerados y las emociones desbordadas.
- Piensa en cómo resolverías lo peor que pudiese ocurrir en ese momento: En el peor de los casos, ¿qué podrías hacer para salir bien de la situación? Seguro que encuentras recursos que podrían ayudarte si lo más terrible ocurriese (lo cual es poco probable, como habrás comprobado).
- Proponte un momento del día para repasar preocupaciones: Nada de evitar o huir de las preocupaciones, como así nada de poner la mente en blanco. Date un tiempo para enfrentar aquello que necesita ser pensado y requiere de una nueva actitud.
- Haz ejercicio físico y come platos saludables: Cuerpo y mente van de la mano. No olvides que aquello que hagas con tu cuerpo tendrá un efecto sobre tu mente, sí o sí. Cuídate por fuera, y ello te ayudará a gestionar mejor tus emociones.
- Piensa a corto plazo qué harás hoy: Cuando la mente va horas, días, meses y años por delante, recuérdale que lo único real es el momento presente. Piensa a corto plazo actividades y retos para llevar a cabo. Para saber cómo gestionar las emociones es necesario que tu mente esté centrada solo en uno de los tiempos (pasado, presente o futuro).
- Programa ejercicios para tu día que requieran concentración y habilidad: La mente necesita tener retos que puedas alcanzar, pero que requieran del desarrollo de habilidades. Cuanto más complejos, mentalmente, son esos retos, mayor grado de concentración en lo que estás haciendo. Esto quiere decir que a tu mente le será más difícil ponerse a pensar en sus preocupaciones y miedos.
- Recuérdate tus virtudes y cómo conseguiste tus éxitos: En momentos difíciles donde las emociones te ponen entre las cuerdas es muy necesario valorarte positivamente. Haz una lista de tus mejores características (si te es difícil, pide ayuda a amigos o familiares) y las veces que conseguiste resolver emociones y situaciones complicadas.
Bibliografía:
https://kidshealth.org/en/teens/power-positive.html
https://kidshealth.org/en/teens/positive-emotions.html
http://www.infocop.es/view_article.asp?id=2163
https://psycnet.apa.org/PsycARTICLES/journal/emo/20/1
https://www.apa.org/pubs/journals/special/emo-emotion-regulation
http://www.papelesdelpsicologo.es/resumen?pii=1280
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Miriam Bosch
Fundadora de CAPIA
CAPIA – Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult
C/ Calle Caballero, 71, Local 1, 08014 Barcelona Móv. 688 93 81 82
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