El 8 de Marzo de 2018 se organizó, por primera vez, una huelga legal para denunciar la desigualdad de género, reclamar la igualdad real de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres. Los motivos que mueven a las mujeres a iniciar la huelga del 8 de Marzo son tan amplios y diversos como las problemáticas y desigualdades vividas por mujeres, solo por el simple hecho de serlo.

 

Ejes principales para denunciar la desigualdad de género

 

Los grandes tres ejes que se tratan son:

1. La violencia machista (agresiones, humillaciones, marginaciones y exclusiones). Todos los casos de violencia doméstica (incluidos hombres y mujeres) son recopilados por igual en el Consejo General del Poder Judicial. Los informes son anuales y públicos (link aquí).

Las estadísticas desde 2008 hasta la actualidad recogen un total de 554 asesinadas (88%) y 67 asesinados (12%). Los datos del segundo trimestre de este año relativos a condenas por violencia de género dejan un 98,9% de hombres condenados frente a un 1,1% de mujeres condenadas.

Los casos de denuncia falsa (link aquí) se abren por deducción de testimonio tras archivarse un caso de violencia de género. La Fiscalía recoge un cuadro con todas las denuncias falsas por violencia de género. Las estadísticas dejan un porcentaje de 0,078% (96) de condenas por denuncia falsa frente a las 1.222.172 denuncias interpuestas desde 2009, con el porcentaje ascendiendo ligeramente hasta el 0,01% (131) si sumamos los casos que todavía están bajo investigación.

Tenemos que buscar, conjuntamente, acabar con las formas de violencia cotidiana e invisibilizadas que las mujeres vivimos. Queremos movernos con total libertad por todos los espacios y a todas horas, disfrutando de nuestro derecho a vivir una vida libre de violencias machistas.

 

2. La mayor precariedad de la mujer en el mercado de trabajo. Hablamos de la discriminación en materia de salarios laborales, es decir, la brecha salarial. El salario medio anual de la mujer es un 24% más bajo que el de un hombre, según los informes de la Unión General de Trabajadores (UGT). La posibilidad de embarazo y los permisos de maternidad todavía implican más desigualdad a la hora de encontrar trabajo una mujer.

En cuestiones de conciliación también se observa desigualdad de género. El 82,2% de los desempleados que eligen estarlo por cuidar a hijos menores de 14 años son mujeres. En el caso de hacer un recorte de jornada, el 97,3% de los ocupados a tiempo parcial por estos motivos son mujeres.

 

3. La persistencia de barreras en la proyección profesional de las mujeres (liderazgo profesional). Las mujeres universitarias suponen un 54,1% del total de personas con estudios superiores, y su rendimiento en títulos de grado y máster supera al masculino en 10 puntos porcentuales. Por lo contrario, solo un 16,8% del total de catedráticos son mujeres, un dato muy bajo comparado con la prevalencia de mujeres con estudios superiores en nuestro país.

Sabemos que ha habido un incremento de la presencia de mujeres dentro de cargos de dirección (datos ofrecidos por Women in business), pero el porcentaje de mujeres españolas directivas es de momento de un 27%.

 

Desigualdad de género y Feminismo: Una construcción conjunta

 

Evidentemente los hombres no son invulnerables a recibir violencia en el ámbito de la pareja, así como tampoco las mujeres no son incapaces de ejercer violencia. No se trata de negar este hecho, sino que hablamos de la alarma social que generan los porcentajes de violencia entre hombres y mujeres. Negar esta desigualdad de género implica no desarrollar vías de solución del problema e infravalorar la magnitud del mismo.

Acabemos con la creencia irracional e ilógica de que Feminismo es igual a Machismo. El Feminismo solo busca la igualdad en los derechos y deberes entre hombres y mujeres. El Feminismo desprecia la opresión, la violencia, la superposición de un género por encima del otro.

La desigualdad de género es un monstruo silencioso e invisible, en muchas ocasiones, que las mujeres vivimos y sufrimos directa e indirectamente a diario. Luchemos juntos y denunciemos juntos para conseguir el reconocimiento de nuestras capacidades y derechos. Construyamos un mundo mejor, donde ninguna niña, chica y mujer, así como ninguna persona se merece, camine con miedo.

 

¡NOS QUEREMOS LIBRES, NOS QUEREMOS VIVAS, FEMINISTAS, COMBATIVAS Y REBELDES!

 


Miriam Bosch
Psicóloga col. 21339
Fundadora y directora en:
CAPIA – Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult
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