La desmotivación es un sentimiento de desesperanza, es un estado de angustia y disminución del entusiasmo. Se trata de una pérdida de disposición y alegría hacia mi capacidad de desenvolverme en un área concreta de mi vida (por ejemplo, el trabajo) o en varias áreas a la vez (por ejemplo, el trabajo, los amigos, mis estudios…).

La desmotivación es un estado limitador y complejo. Se caracteriza por la presencia de pensamientos negativos, pensamientos pesimistas y sensación de desánimo. El motivo de la desmotivación puede venir dado como consecuencia de experiencias pasadas negativas (propias o ajenas) o como consecuencia de una auto-percepción de incapacidad hacia aquello en lo cual quiero conseguir un resultado deseado.

La desmotivación es una de las principales razones por las cuales podemos estancarnos en nuestra vida, no conseguir avanzar y, por lo tanto, no conseguir los objetivos que nos ilusionan. La consecuencia final es el sentimiento de infelicidad.

 

Interpretación y desmotivación

 

En ocasiones nos dejamos llevar por lo que se denomina abstracción selectiva, es decir, nos fijamos única y exclusivamente en ciertos aspectos, normalmente negativos y perturbadores, viendo la botella medio vacía y fijando la atención en lo que nos falta o no tenemos, excluyendo las características positivas de la situación o de la vida en general. Este mecanismo mental forma parte de las llamadas “distorsiones cognitivas”, es decir, se trata de un error en el procesamiento de la información que afecta al razonamiento mental. Podríamos decir que se trata de un mal hábito de pensamiento distorsionado, poco objetivo y muy generalista.

Un ejemplo de abstracción sería cuando hemos hecho un examen y al salir pensamos “me ha ido fatal”, “no podría haber ido peor”. En realidad, muy probablemente no todo el examen haya ido fatal, seguramente alguna pregunta la haya respondido bien, pero nuestra mente distorsiona la realidad, abstrae la parte negativa y desecha la positiva.

La abstracción selectiva provoca la llamada Profecía autocumplida, es decir, si predigo que las cosas irán mal, esa misma predicción será la causa de que se haga realidad, puesto que actuaré según lo que pienso.

Un ejemplo de Profecía autocumplida se daría si pienso que una entrevista de trabajo me va a ir mal, no tengo posibilidades de ser escogido, por lo que asistiré sin ilusión, no me la prepararé suficientemente, la imagen que daré al entrevistador será negativa, y finalmente, me rechazarán. Así, se cumpliría aquello que había predicho.

 

Depresión después de la desmotivación

 

La desmotivación puede resultar claramente nociva. Cuando nuestro estado de desmotivación se convierte en una tendencia recurrente y estable, es decir, se vuelve un estado en el que me encuentro la mayor parte de mi tiempo, esto puede afectar a mi salud psicológica.

En muchas ocasiones, la desmotivación y apatía puede desarrollar una Depresión, es decir, un Trastorno depresivo. La desmotivación entonces se convierte en un estado de ánimo deprimido la mayor parte del día, disminuye de manera significativa mi interés o placer por las cosas que antes me gustaban, mi peso puede verse alterado (aumento del apetito o pérdida del apetito), puedo tener dificultades para dormir (exceso de sueño o insomnio), sensación de fatiga, pérdida de energía y sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva.

 

Cómo salir de la desmotivación

 

 Seis tips para salir de la desmotivación:

  1. Detecta en qué área o áreas te sientes desmotivado.
  2. Busca las abstracciones selectivas que estás llevando a cabo. Detéctalas minuto tras minuto y escríbelas en papel.
  3. Busca toda aquella parte que has desechado, la parte positiva, de la situación en la que vives. ¿Qué cosas me llenan? ¿Qué estoy haciendo bien? ¿Por qué creo que lo estoy haciendo bien? Escríbelo. En la mente todo es demasiado vago… Ponle palabras.
  4. Cada noche, antes de irte a dormir, escribe todo aquello de lo que te sientes agradecido. Piensa en todo aquello que tienes y no estás valorando.
  5. Plantéate objetivos a corto plazo.
  6. Celebra las pequeñas victorias que consigas.

 


Miriam Bosch
Psicóloga col. 21339
Fundadora y directora en:
CAPIA – Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult
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