¿Qué es el Ghosting?
Ghosting es un término que hemos adoptado del inglés y que podría traducirse como “hacerse el fantasma”. Da significado a todas aquellas relaciones sentimentales que terminan por medio del silencio de alguna de las partes. Un día, desaparecen sin más, llegando incluso a bloquear a la otra persona de todas las redes sociales en las que se hayan involucrado.
Las cifras de ghosting son escalofriantes. Más del 50% de jóvenes y adultos admiten haber silenciado a alguien, y más del 50% confiesan que les han silenciado a ellos. Es una práctica que poco a poco se está extendiendo a ámbitos más allá del amor, como por ejemplo el trabajo.
Las consecuencias negativas que esconde
La sociedad actual se caracteriza por negar las emociones calificadas como desagradables y por darle la espalda a las situaciones difíciles de gestionar, como por ejemplo una despedida o una discusión. Hoy en día, nos peleamos por Whatsapp, colgamos frases motivadoras por Instagram como “tienes que ser fuerte” y bloqueamos a nuestro vecino cuando enciende una barbacoa.
¿De verdad es tan terrible hacer ghosting? La respuesta es un sí rotundo. Desaparecer sin dar explicaciones implica no enfrentarse a decir adiós, no enfrentarse a tener que dar ciertas explicaciones y a obviar que los demás pueden sentirse tristes o decepcionados a consecuencia de nuestros propios actos. Si de verdad quieres terminar una relación, debes poder sentarte frente al otro y despedirte honestamente.
Huir del conflicto implica no aprender nunca a enfrentarse a él. Aprendemos gracias a la práctica. Nadie nace sabiendo.
Si nos deshacemos de una persona, estamos deshumanizando a los demás, asumiendo que no sienten, que no piensan y que no sufren. Si desaparece la empatía, empezaremos a ser robots que no verán necesario ayudar a los demás o ser honestos.
Cómo comportarse o actuar si alguien desaparece sin dar explicaciones
En primer lugar, deja de buscar excusas o de justificar el comportamiento del otro. Ha desaparecido porque no ha querido enfrentarse ni a sus emociones ni a las tuyas. Práctica el respeto hacia uno mismo y no insistas en retomar el contacto de nuevo.
En segundo lugar, deja de preguntarte qué hiciste mal o qué no le gustó de ti al otro. Esta actitud refleja cómo es la otra persona, no cómo eres tú. Es importante poner el foco de responsabilidad dónde sea necesario.
En tercer lugar, no te enfades y no hagas nada por despecho o venganza. La venganza puede apaciguar la rabia o la ansiedad de manera temporal, pero con el paso de las horas o de los días, es muy probable que te arrepientas de aquello que has hecho o que se te ocurran maneras menos agresivas de resolver la situación. Date tiempo.
Por último, practica deporte al aire libre y conoce gente sin necesidad de un teléfono de por medio. Cuando nos damos la oportunidad de conocernos cara a cara eliminamos ciertos muros de inseguridad y aprendemos a gestionar los sentimientos que nos generan los demás.
También podría interesarte:
- Amor y Psicología
- Qué es el Coaching y cuándo lo necesito
- Desmotivación y depresión: Cómo combatirla
- Cómo establecer metas y cumplirlas
- Dejar de procrastinar y mejorar calidad de vida
- Resiliencia: El poder de resistir y superar
- Minimalismo: Receta para la felicidad
- Timidez: 5 tips
- Sufrimiento: ¿Cómo acabar con él?
- Área de confort: ¿Cómo salir?
Betlem Verdaguer
Colaboradora de CAPIA
CAPIA – Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult
C/ Calle Caballero, 71, Local 1, 08014 Barcelona Móv. 688 93 81 82
info@psicologiacapia.com
Deja tu comentario