¿Por qué existen el sufrimiento y la adversidad? ¿Cómo puedo acabar con el sufrimiento que me provocan las adversidades?
Me suena el despertador, frunzo el ceño y arranco con un primer gruñido: “odio madrugar”, “hoy no quiero ir al trabajo”. Estos pensamientos despiertan la primera sensación de sufrimiento del día. Salgo de casa y, en lugar de caminar, arrastro mis pies hasta llegar al trabajo. Mi cara expresa todo menos felicidad.
¿De dónde viene el sufrimiento?
En el trabajo me enfrento a nuevas adversidades, y de nuevo al sufrimiento. Tiempos imposibles de cumplir, tareas tremendamente difíciles de realizar, momentos incómodos con mis jefes, dificultades con algunos de mis compañeros o clientes. Y de nuevo, me encuentro frente al sufrimiento. “¿Por qué todo tiene que ser tan difícil?”.
Cuando, día tras día, me hablo en este lenguaje, el estrés empieza a aflorar. Mi energía disminuye, y mi nerviosismo aumenta. La ansiedad toca a tu puerta, y vuelves a repetirte: “¿por qué todo tiene que ser tan difícil?”, “yo solo quiero ser feliz, sin sufrimiento y sin adversidad”.
Sociedad de la comodidad
Vivimos en una sociedad donde se nos bombardea con ideas como: “adelgaza sin hacer dieta ni ejercicio”, “aprende un idioma en dos semanas”, “sé feliz siguiendo estos 5 pasos”, “elimina el estrés en tan solo 7 días”, “acaba con tus problemas hoy”. Y, ¿esto me parece real?
Volvamos al mundo real, a ese mundo al que no “se le pasa un filtro” para que quede bonito. Existe el sufrimiento, existe la adversidad, existen los malos momentos, las desgracias, el dolor, la incomodidad, lo difícil, el miedo. Da igual que sea hombre o mujer, todo ello existirá igual, y me afectará del mismo modo.
Ahora piensa, ¿cuánto tiempo gasto en evadirme del sufrimiento, de la incomodidad? ¿esto me ayuda? Nuestra sociedad nos inculca que debemos evadirnos de todo lo malo a modo de “afrontamiento” de los problemas. “No sufras, es horroroso, ¡distráete!” o “no puedes estar triste o mal”. Esta sociedad cree que nuestra vida debe ser plenamente feliz, sin problemas y sin sufrimiento.
¿Qué es el sufrimiento y qué debo hacer con él?
El sufrimiento es una reacción emocional que creamos frente a una adversidad. El sufrimiento, por tanto, es creación nuestra. Creo sufrimiento cuando, ante una adversidad o suceso negativo, reacciono con una actitud negativa, oponiéndome a que exista dicha adversidad. “Ojalá no me hubiese pasado esto”, “esto no debería ser así”, “yo no debería sentirme así”.
Con este texto quiero invitaros a sufrir. Quiero que os atreváis a lo incómodo, a lo que os da más miedo. Quiero que os mováis en la dirección menos cómoda. ¿Y por qué quiero eso? Porque solo esforzándote a estar sentado frente a tu miedo, a tu incomodidad y sufrimiento, podrás liberar la carga emocional que ello conlleva y recoger los frutos de la adversidad. Solo mirando a la cara al sufrimiento podrás movilizarte y conseguir nuevos propósitos, sin bloqueos, sin miedo.
“Dulces son los frutos de la adversidad, los cuales como un sapo feo y venenoso, portan una preciada joya sobre su cabeza” (William Shakespeare).
También podría interesarte:
- Tengo miedo, ¿qué hago?
- Cefalea tensional y somatización
- Pensamientos negativos, ¿por qué existís?
- Timidez, superarla y vencerla
Miriam Bosch
Psicóloga col. 21339
Fundadora y directora en:
CAPIA – Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult
C/ Calle Caballero, 71, Local 1, 08014 Barcelona
Móv. 688 93 81 82
info@psicologiacapia.com
Deja tu comentario