Actualmente no existen dudas sobre el alto porcentaje de aparición del trastorno de ansiedad en la población general. Los trastornos de ansiedad, o problemas de ansiedad, junto a los trastornos depresivos, conforman la mayor parte de las consultas en centros de psicología clínica o centros de salud mental. Todos hemos oído en alguna ocasión: “sufre de ansiedad”, “tiene ataques de ansiedad/ ataques de angustia o pánico”, “está siempre muy nervioso/a”, “toma pastillas para estar tranquilo/a”, “toma pastillas para poder dormir”, etc. No cabe duda que la ansiedad, en un nivel excesivo, es una sensación muy molesta y puede influenciar todas las áreas de nuestra vida.
¿Qué es exactamente el Trastorno de ansiedad?
Para poder entender la Trastorno de ansiedad, debemos en primer lugar entender qué es el miedo. El miedo es producto de la evolución. Una especie que no fuera capaz de sentir miedo, se extinguiría rápidamente porque no podría percatarse inmediatamente de los peligros y reaccionar a tiempo. Con ello vemos que el miedo es totalmente necesario, como también lo es sentir dolor (señal que nos indica que es preciso encontrar un modo de defenderse de ese dolor). El miedo aparece siempre antes de sentir dolor, ya que nos anticipa de que es posible que sintamos un daño en un futuro inmediato. El miedo es nuestra señal de alerta.
Si escuchas a alguien decir “yo no tengo miedo de nada”, ¡asómbrate en negativo! Lo debe tener difícil para vivir…
La vivencia de miedo la conocemos todos. Se trata de cambios en nuestro organismo encaminados a mejorar las condiciones para luchar (si se puede enfrentar al peligro) o para huir (si el peligro le sobrepasa). La respuesta de nuestro organismo es: el corazón bombea más rápidamente para irrigar más sangre a los músculos que deben funcionar de manera óptima, la respiración se vuelve mas rápida para disponer de más oxígeno, la piel se vuelve pálida porque la sangre se ha ido hacia los músculos, el tono muscular aumenta pudiendo producirse temblores, el tuvo digestivo suspende su actividad para no malgastar energía y todos los sentidos se agudizan para estar en alerta sobre todo lo que ocurre a mi alrededor (soy más sensible a cualquier estimulo externo). Todas estas respuestas provienen de nuestro Sistema nervioso autónomo simpático y una substancia llamada adrenalina. ¡Estamos muy bien diseñados!
Pero… ¿En qué se diferencia todo esto del Trastorno de ansiedad?
El miedo sin peligro: Trastorno de ansiedad
Si experimentamos la reacción de alarma que hemos descrito anteriormente acompañada de la reacción comportamental de huida ante la idea de hablar en publico, hacer un examen, salir a la calle, tener delante un cuchillo, subir en ascensor, estar ante un perro, ir al trabajo o al colegio, entrar en un puente, estar en un sitio con mucha gente, pedir un aumento de sueldo, expresar nuestros pensamientos o sentimientos, etc., es decir, situaciones inofensivas (pero estresantes) en las que no está justificado sentir miedo, entonces hablamos de ansiedad.
La ansiedad es una reacción de miedo frente a un acontecimiento que desencadena dicha ansiedad, ya sea real o imaginario. No es ciertamente inmotivada y sin sentido, sino que deriva de razonamientos precisos, aunque exagerados y absolutistas, que transforman algo inofensivo para la mayoría, en algo extremadamente peligroso.
La persona que la experimenta no es capaz de explicarla bien, puede denominarla como “estar nervioso/a”, “tenso/a” o “inquieto/a”, juzgarla como injustificada y/o involuntaria, y termina considerándola una enfermedad o un aspecto de su carácter. La ansiedad puede fluctuar de niveles muy bajos a niveles tan altos que el rendimiento social, personal y académico/laboral pueden verse afectados.
¿ Cómo puedo saber si tengo un problema de ansiedad?
Cuando el entramado de respuestas de miedo de nuestro organismo se activa de manera innecesaria y crónica en circunstancias que no requieren de protección, surgen entonces patrones de personalidad ansiosos o un problema de ansiedad. Algunos de los síntomas que pueden ayudarte a identificarla:
- Siento miedo intenso
- Tengo preocupaciones excesivas
- Tengo respuestas de mareo, sudoración, sofocos, fatiga, náuseas
- Hago comportamiento de evitación de las situaciones temidas
- Tengo pensamientos y comportamientos repetitivos
- Revivo repetidamente situaciones traumáticas
- Tengo dificultades para poder dormir bien
- Tengo problemas alimentarios: en exceso o en defecto
Tratamiento
La terapia cognitivo-conductual para un Trastorno de ansiedad se considera el tratamiento con mayor evidencia científica a su favor para un tratamiento eficaz, y la consiguiente solución del problema. El tratamiento sobre el problema de ansiedad puede hacerse con terapia individual o con terapia familiar. A partir de técnicas específicas de dicha terapia, conseguimos desarrollar herramientas personales para poder anticiparse a los síntomas de la ansiedad, o percatarnos de que empezamos a sentirnos ansiosos, y poner en marcha un conjunto de técnicas (que hemos aprendido en el entrenamiento elaborado) para afrontarnos positivamente a la situación y conseguir una disminución de los síntomas de ansiedad, o evitar su aparición por completo.
La ansiedad no libera el mañana de sus penas, solo vacía el presente de su fortaleza.-Charles Spurgeon.
Música para realizar ejercicios de relajación: en este link.
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Miriam Bosch
Fundadora de CAPIA
CAPIA – Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult
C/ Calle Caballero, 71, Local 1, 08014 Barcelona Móv. 688 93 81 82
info@psicologiacapia.com
Molt ben explicat!! :)
moltes gràcies Rosa