En la actualidad disponemos de muchas investigaciones sobre los problemas de ansiedad infantil. Como sucede en la población adulta, los datos muestran que los trastornos de ansiedad tienen una frecuencia relativamente alta en la población infantil. Pero, ¿cómo se presenta la ansiedad en los niños? ¿Cómo detecto si mi hijo lo sufre?

Miedos evolutivos

La mayoría de los miedos infantiles son transitorios, de intensidad leve y específicos de una edad. Los miedos evolutivos son un aspecto normal del desarrollo que proporcionan a los niños medios de adaptación. Algunos ejemplos son el miedo a la oscuridad, los monstruos, el miedo a caerse de la bicicleta o hacerse daño, a hacer amigos, etc., cada uno de ellos clasificado en una etapa evolutiva del niño. No obstante, cuando algunos de estos miedos persisten en el tiempo o cuando la gravedad de la ansiedad es elevada, se convierten en un problema de ansiedad que puede llegar hasta la edad adulta, y logran causar un malestar clínicamente significativo al niño, llegando incluso a interferir el funcionamiento cotidiano en las áreas familiar, escolar o social.

Ansiedad des-adaptativa en niños

Cuando has de separarte de tu hijo, ¿reacciona con rabietas o mostrando mucha inquietud?, ¿tiene miedo a que le salgan mal las cosas? ¿repite frecuentemente preguntas del tipo “qué podría pasar si…”? ¿dice sentirse aislado? ¿le pone nervioso situaciones sociales? ¿se preocupa innecesariamente por su desempeño escolar o cumplir altas expectativas? Cuando la ansiedad infantil se convierte en excesiva más allá de lo esperado por nivel de desarrollo, ha perdurado por un largo tiempo, no parece mejorar y está causando problemas (se altera el funcionamiento global del niño en una o varias de las áreas de su vida), entonces es recomendable acudir a un psicólogo.

La ansiedad infantil puede presentarse de manera enmascarada detrás de una variedad de formas. En muchas ocasiones la ansiedad infantil se manifiesta a través de síntomas físicos como dolores de barriga, de cabeza y de estómago, manos húmedas y frías, palpitaciones, proximidad al desmayo, insomnio, sensación de tensión generalizada y dificultades escolares, entre otros.

Algunos de los trastornos de ansiedad con un mayor porcentaje de afectación en la población infantil son: fobias específicas (animales, objetos o situaciones especificas), fobia escolar, fobia social, trastorno de ansiedad de separación, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno por estrés postraumático y trastorno mixto de ansiedad y depresión. En posteriores artículos hablaremos de cada uno de ellos.

¿Cuándo debo buscar ayuda del psicólogo?

Es normal que los niños se angustien de vez en cuando, pero en el momento en que la ansiedad se intensifica y está comenzando a interferir a su desarrollo escolar, social y/o familiar (por ejemplo, interfiere en su capacidad de enfrentarse a situaciones cotidianas, o le lleva a evitar hacer cosas que otros niños de su edad hacen) es probable que necesite ayuda profesional. Si tu hijo/a presenta algunos de los siguientes síntomas, es probable que tenga un problema de ansiedad infantil:

  • miedos múltiples o específicos
  • excesiva ansiedad de separación de las figuras de apego (preocupaciones persistentes alrededor de separarse de sus cuidadores, ir al colegio, ir solo a dormir…)
  • estados de preocupación constante: acontecimientos futuros, catástrofes, rendimiento escolar, evaluación que los demás hacen de él
  • episodios se ansiedad excesiva sin un precipitante claro
  • comportamiento excesivamente inhibido o cohibido
  • dificultad en la regulación del estado de ánimo
  • agitación, llantos incontrolados
  • problemas para dormir y/o comer
  • problemas en el control de esfínteres
  • problemas escolares: alteración en el rendimiento escolar, problemas de atención y concentración, rechazo escolar, miedo a los exámenes
  • quejas somáticas: dolores físicos (cabeza y barriga sobre todo) y tensión muscular
  • tartamudez

Tratamiento ansiedad infantil

La Terapia Cognitivo-Conductual es el tratamiento de primera elección para los trastornos de ansiedad infantil. El tratamiento abarca dos terapias, la individual con el niño, y el asesoramiento y entrenamiento para los padres. Durante el tratamiento en ansiedad infantil, el psicólogo se entrena al niño en diversas técnicas terapéuticas, adaptadas para niños, con las cuales se ayuda a desarrollar habilidades necesarias para identificar esos miedos y llevar a cabo técnicas de afrontamiento. Con ello obtenemos una mayor independencia del niño, lo cual afecta positivamente a su autoestima y su nivel de autoconfianza.


Miriam Bosch
Psicóloga col. 21339
Fundadora y directora en:
CAPIA – Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult
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