El Trastorno por Déficit de Atención con/sin Hiperactividad (TDAH) es un tema de actualidad. Se trata de un trastorno temprano en la infancia, por definición antes de los 7 años, que a menudo persiste en la adolescencia y edad adulta, y pone en situación de riesgo el desarrollo de la personalidad. El TDAH afecta entre un 3% y un 7% de la población infantil entre los 6 y los 12 años, aumentando la presencia entre los 6 y los 9 años.

Qué es exactamente el TDAH

El TDAH engloba tres síntomas: déficit de atención (dificultad para prestar atención, fijarse en pequeños detalles y concentrarse), impulsividad (le cuesta controlar sus conductas, emociones y pensamientos) o dificultad en el autocontrol de los impulsos y exceso de movimiento o hiperactividad (nivel de actividad motora y/o vocal superior en relación a su edad). Afecta de diferente forma a niños y niñas, éstas últimas tienen síntomas de ansiedad o depresión y no acostumbran a presentar conductas molestas, siendo más difícil identificar el trastorno.

Los síntomas del TDAH dificultan la adaptación del niño o niña, dando lugar al desarrollo de problemas secundarios: dificultades en el aprendizaje escolar, problemas de relación con los otros, alteraciones emocionales, baja autoestima, baja tolerancia a la frustración, etc. Una intervención psicológica temprana puede prevenir su aparición.

Consecuencias del TDAH

En el ámbito escolar, los niños con TDAH tienen dificultades para poner y mantener la atención y la concentración en clase, provocando comportamientos molestos y como consecuencia de ellos sufren el rechazo de sus compañeros y del propio profesor. En el hogar, se muestran molestos, agresivos, perturbadores, desafiantes y desobedientes. El uso de técnicas inadecuadas en el TDAH provoca un incremento de la frecuencia e intensidad de esas conductas, entrando en un círculo vicioso de desobediencia, castigos, mal ambiente familiar y baja autoestima, llegando en ocasiones a formas severas de conducta antisocial.

¿Cómo detecto el TDAH en casa?

Principales comportamientos que pueden aparecer en el ambiente familiar de un niño con TDAH:

  • Dificultades para cumplir las normas y seguir las rutinas: vestirse, hacer la cama, comer, hacer los deberes, estudiar, recoger juguetes, ducharse…
  • Consigue lo que quiere mediante llantos o gritos
  • Continuamente grita e inicia peleas
  • Contesta de malas maneras
  • Se mueve mucho y es muy imprudente
  • Cambia constantemente de actividades
  • Requiere supervisión constante
  • Olvida y pierde siempre cosas (por ejemplo material escolar), parece que “está en su mundo”
  • Es impaciente e inquieto
  • Suele hablar mucho, interrumpiendo conversaciones o contestando antes de que terminen de preguntarle

Recuerda, los problemas de comportamiento aparecen a raíz del TDAH, no son culpa de nadie, pero pueden empeorar o mejorar según las estrategias que usemos.

Tratamiento en TDAH

Para el tratamiento del TDAH debemos considerar una intervención psicológica, una intervención psicopedagógica o educativa, y una intervención farmacológica (según la gravedad de los síntomas y la elección de los padres). En su tratamiento es indispensable la coordinación y cooperación entre padres, profesores y niño, siendo el psicólogo/a el coordinador entre todos. El tratamiento psicológico Cognitivo-Conductual propone un entrenamiento en técnicas y orientaciones para los padres y profesores, y un tratamiento psicológico en uso de técnicas conductuales, autocontrol de los impulsos y las emociones. Según el caso, el tratamiento abordará otros síntomas y problemas secundarios que puedan aparecer. En cuanto al tratamiento psicopedagógico, se dirige a mejorar sus habilidades académicas e inculcar el hábito de estudio.


Miriam Bosch
Psicóloga col. 21339
Fundadora y directora en:
CAPIA – Centre d’Atenció Psicològica Infanto-juvenil i de l’Adult
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